sábado, 3 de enero de 2009

EL TESORO DE MONEDAS DE ORO ROMANAS DE RANDE

En ocasiones la noticia de la existencia de un hallazgo arqueológico de interés, nos llega de la forma más inesperada. Esto nos sucedió con el sensacional tesoro de aureros encontrado en Rande (Chapela) en 1907 y del que tuvimos referencia gracias al tristemente fallecido Alfredo García Alén, secretario que fue del Museo de Pontevedra, quien nos puso tras la pista de las páginas del diario Faro de Vigo correspondientes al 3 de Enero de 1908, donde se describía con detalle las circunstancias del hallaz­go y su posterior paradero.

La historia al parecer fue como sigue: un labrador del lugar que se encontraba tra­bajando sus tierras al clavar la azada tropezó con un ob­jeto que llamó su atención, se detuvo y apartando la tie­rra encontró una vasija de barro con tapadera que po­seía un grafito en su exterior que ponía IRENE en caracte­res latinos. Curioso levantó la tapadera y su sorpresa fue mayúscula cuando contem­pló el gran número de mone­das de oro que contenía el recipiente cerámico. El buen hombre se puso en contacto con cambistas de Vigo de los que recibió algunas ofertas, cediendo por fin las mone­das a D. Ernesto Zúñiga, de­pendiente de la casa Bárce­na de Vigo que dió diez du­ros por pieza. A su vez este último se puso en contacto con numismáticos de Lon­dres y París, cerrando un buen negocio con un nego­ciante parisiense. Las mone­das vendidas en París todas de oro fueron las siguientes: 14 de Adriano, 8 de la Diosa Faustina, 1 de Aurelio, 2 de Aureliano, 1 de Vitelio, 2 de Sabina 3 de Domiciano, 1 5 de Antonino, 1 1 de Trajano, 9 de Vespasiano y 1 1 de Ne­rón. El total de las monedas de oro vendidas en París fue de 80. Completando la noti­cia se nos dice que el vende­dor vigués se quedó con unas seis o siete que conser­vaba en dicha fecha de 1908.

Este extraordinario hallaz­go de 86 ó 87 aúreos encontrados en Rande, hace que sea este lugar el punto más importante del NO. peninsu­lar en cuanto a la localiza­ción de áureos romanos.

La importancia de los tes­timonios de la romanización en la ría de Vigo, más con­cretamente en las tierras que configuran el término muni­cipal de Redondela está am­pliamente documentado. Se une al sensacional hallazgo de Rande antes mencionado, los miliarios encontrados en S. Pedro de Cesantes, (a Numeriano), en San Mamed de Quiniela (a Decencio), en San Román de Saxamonde (a Adriano) y el de Vilar de Infesta (ilegible) cuyo mayor atractivo es que todavía se encuentra in situ.

Además hay que añadir la villa romana de Cedeira, en el lugar de Veiga da Vila, en la que se pudieron apreciar tres compartimentos o habi­taciones de la misma, asi como se recogieron abun­dantes muestras de cerámi­ca romana ) tégulas, sigillata...). También señalar que en 0 Pazo, en Santa María do Viso, se localizaron dife­rentes sepulturas de lajas de piedras y aparecieron mone­das romanas sin concretar. Dentro también de esta pa­rroquia en el lugar de Soutoxuste, se encontró un frag­mento de estela romana.

Dentro de la cultura castreña, sobresale el castro de A Peneda, que pertenece la mitad al ayuntamiento de Redondela y la otra al de Sotomaior. Posee en sus lade­ras varios petroglifos de combinaciones circulares muy borrosos. Los hallazgos fueron muy numerosos, reunidos primeramente en la colocación de Don José So­lía y depositados actualmen­te en el Museo de Ponteve­dra. Destacamos: hachas pu­limentadas; percusores esfe­roides; cuchillos de bronce con lengüeta ancha; aguja de bronce; alfiler de bronce con cabeza enrollada; restos numerosos de ánforas; mo­nedas romanas; cerámica castreña; caldero de bronce; tres hachas de bronce de dos anillas; dos hachas de bron­ce con una anilla; molinos circulares y naviculares; he­billa de bronce y pinzas de depilar también del mismo metal; cerámica pintada ro­mana...

El segundo enclave castreño en importancia que po­see este municipio es el de­nominado Monte do Castro, perteneciente a las parro­quias de Negros y Cedeira. Posee este enclave un siste­ma defensivo complejo y adecuado al medio en que está situado: muralla, te­rrazas, parapetos y una ex­traordinaria defensa natural por su lado Norte. Caracte­rística de este castro es la si­tuación estratégica en que se encuentra dominado la vía romana que de Tui llega­ba hasta Redondela, vía que nos viene confirmada por los numerosos miliarios localiza­dos en dicho recorrido.

De la Edad del Bronce po­seemos también algunas re­ferencias que nos hablan de su importancia: hacha de dos anillas en Cesantes; ha­cha tipo Barcelos en Tras­maño; hacha de tope con tres nervios en Redondela, lugar de Vilarella.

Dentro del arte rupestre tenemos loca­lizadas varias estaciones en este término municipal: El extraordinario conjunto ru­pestre de Monte Penide que cuenta con cuatro puntos que poseen varios petrogli­fos, destacando de todos ellos el de Poza da Lagoa con interesantísimas repre­sentaciones de armas; el de San Martiño de Ventosela en el lugar de Vilar do Mato, en que se destacan las escenas de equitación y representa­ciones zoomorfas; y por últi­mo señalar el conjunto de Nogueira en Santa María del Viso, de combinaciones cir­culares.

Nota.- Ilustran estas líneas, una fotografía de áureos romanos encontrados en Clunia, pero similares a los que mencionamos aquí. Este comentario fue publicado en 1981, el Faro de Vigo, en colaboración de Fernando Costas, pero considero que es poco conocido y bastante importante para ser de nuevo recordado este excepcional hallazgo arqueológico.