En ocasiones la noticia de la existencia de un hallazgo arqueológico de interés, nos llega de la forma más inesperada. Esto nos sucedió con el sensacional tesoro de aureros encontrado en Rande (Chapela) en 1907 y del que tuvimos referencia gracias al tristemente fallecido Alfredo García Alén, secretario que fue del Museo de Pontevedra, quien nos puso tras la pista de las páginas del diario Faro de Vigo correspondientes al 3 de Enero de 1908, donde se describía con detalle las circunstancias del hallazgo y su posterior paradero.
La historia al parecer fue como sigue: un labrador del lugar que se encontraba trabajando sus tierras al clavar la azada tropezó con un objeto que llamó su atención, se detuvo y apartando la tierra encontró una vasija de barro con tapadera que poseía un grafito en su exterior que ponía IRENE en caracteres latinos. Curioso levantó la tapadera y su sorpresa fue mayúscula cuando contempló el gran número de monedas de oro que contenía el recipiente cerámico. El buen hombre se puso en contacto con cambistas de Vigo de los que recibió algunas ofertas, cediendo por fin las monedas a D. Ernesto Zúñiga, dependiente de la casa Bárcena de Vigo que dió diez duros por pieza. A su vez este último se puso en contacto con numismáticos de Londres y París, cerrando un buen negocio con un negociante parisiense. Las monedas vendidas en París todas de oro fueron las siguientes: 14 de Adriano, 8 de
Este extraordinario hallazgo de 86 ó 87 aúreos encontrados en Rande, hace que sea este lugar el punto más importante del NO. peninsular en cuanto a la localización de áureos romanos.
La importancia de los testimonios de la romanización en la ría de Vigo, más concretamente en las tierras que configuran el término municipal de Redondela está ampliamente documentado. Se une al sensacional hallazgo de Rande antes mencionado, los miliarios encontrados en S. Pedro de Cesantes, (a Numeriano), en San Mamed de Quiniela (a Decencio), en San Román de Saxamonde (a Adriano) y el de Vilar de Infesta (ilegible) cuyo mayor atractivo es que todavía se encuentra in situ.
Además hay que añadir la villa romana de Cedeira, en el lugar de Veiga da Vila, en la que se pudieron apreciar tres compartimentos o habitaciones de la misma, asi como se recogieron abundantes muestras de cerámica romana ) tégulas, sigillata...). También señalar que en 0 Pazo, en Santa María do Viso, se localizaron diferentes sepulturas de lajas de piedras y aparecieron monedas romanas sin concretar. Dentro también de esta parroquia en el lugar de Soutoxuste, se encontró un fragmento de estela romana.
Dentro de la cultura castreña, sobresale el castro de A Peneda, que pertenece la mitad al ayuntamiento de Redondela y la otra al de Sotomaior. Posee en sus laderas varios petroglifos de combinaciones circulares muy borrosos. Los hallazgos fueron muy numerosos, reunidos primeramente en la colocación de Don José Solía y depositados actualmente en el Museo de Pontevedra. Destacamos: hachas pulimentadas; percusores esferoides; cuchillos de bronce con lengüeta ancha; aguja de bronce; alfiler de bronce con cabeza enrollada; restos numerosos de ánforas; monedas romanas; cerámica castreña; caldero de bronce; tres hachas de bronce de dos anillas; dos hachas de bronce con una anilla; molinos circulares y naviculares; hebilla de bronce y pinzas de depilar también del mismo metal; cerámica pintada romana...
El segundo enclave castreño en importancia que posee este municipio es el denominado Monte do Castro, perteneciente a las parroquias de Negros y Cedeira. Posee este enclave un sistema defensivo complejo y adecuado al medio en que está situado: muralla, terrazas, parapetos y una extraordinaria defensa natural por su lado Norte. Característica de este castro es la situación estratégica en que se encuentra dominado la vía romana que de Tui llegaba hasta Redondela, vía que nos viene confirmada por los numerosos miliarios localizados en dicho recorrido.
De
Dentro del arte rupestre tenemos localizadas varias estaciones en este término municipal: El extraordinario conjunto rupestre de Monte Penide que cuenta con cuatro puntos que poseen varios petroglifos, destacando de todos ellos el de Poza da Lagoa con interesantísimas representaciones de armas; el de San Martiño de Ventosela en el lugar de Vilar do Mato, en que se destacan las escenas de equitación y representaciones zoomorfas; y por último señalar el conjunto de Nogueira en Santa María del Viso, de combinaciones circulares.
Nota.- Ilustran estas líneas, una fotografía de áureos romanos encontrados en Clunia, pero similares a los que mencionamos aquí. Este comentario fue publicado en 1981, el Faro de Vigo, en colaboración de Fernando Costas, pero considero que es poco conocido y bastante importante para ser de nuevo recordado este excepcional hallazgo arqueológico.